Ian McEwan, En las nubes
Peter Fortune comprendió cuando era adulto por qué, en su infancia, los adultos le consideraban un chico "difícil"; le gustaba estar solo y pensar en sus cosas. Peter siempre estaba en las nubes. Tras presentarnos al personaje, En las nubes (1994; Anagrama 2007) nos ofrece siete relatos protagonizados por Peter entre los diez y los once años. Peter sueña despierto y en sus sueños, a menudo, se transforma en otro, se muda en otro cuerpo como dice la cita de Ovidio que abre la novela.
A través de las fantasías de Peter - el día que es atacado por el ejército de muñecas de su hermana, cuando intercambia su cuerpo con el viejo gato de la familia o con el bebé de su tía, cuando descubre al ladrón que atemoriza al barrio o se enfrenta al matón del colegio (otro niño que, como él, tiene un peluche en su cama) o cuando utiliza una crema para hacer desaparecer a su familia - vemos evolucionar al personaje desde la infancia a la conciencia de la vida adulta. Evolución que culmina en El adulto, el último de los relatos.
Ian McEwan domina con maestría la fantasía y el lenguaje infantil. Con esa misma maestría consigue que el tránsito de las nubes a la realidad resulte en cada relato absolutamente natural. Con En las nubes McEwan nos ofrece una deliciosa lectura que nos resultará igualmente rica cualquiera que sea nuestra edad a partir de los diez o doce años. No se trata, en absoluto, de un libro "infantil", sino de una novela adulta que pueden disfrutar plenamente los lectores preadolescentes.
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