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Penelope Fitzgerald, La librería

John Wheatley, Hall's Bookshop in Royal Tunbridge Wells, west Kent
En 1959, en una ficticia población costera del condado de Suffolk, en el este de Inglaterra, en la que ni siquiera hay un fish and chips, la calma se rompe cuando una animosa viuda de mediana edad decide abrir una librería - en su juventud trabajó en una de las más importantes de Londres -. Compra una vieja casa junto a la playa - incluido en el precio su propio poltergeist -, supera la oposición de algunas personas importantes e influyentes y abre el negocio, con relativo éxito. Toma como ayudante a una peculiar y decidida niña de diez años. Durante los primeros meses el negocio funciona e, incluso, llega a abrir una biblioteca anexa. Pero enfrentarse a los poderosos es siempre complicado. Más aún en el ambiente de un pequeño pueblo, aplacible y aburrido, de esos en los que nunca pasa nada y todos lo saben todo. Y con la arriesgada decisión de poner a la venta el "bestseller" del momento - Lolita, de Vladimir Nabokov - llega el máximo éxito de la librería, pero también el principio del fin.
Este es el sencillo argumento de La librería (1978) de Penelope Fitzgerald. una novela de ligera y agradable lectura y fino humor. Con otro estilo narrativo estaríamos ante un ambiente opresivo, unos personajes de recovecos psicológicos..., sin embargo, la naturalidad narrativa de La librería hace preponderar la resolución y valentía de la protagonista - ante la hostilidad de los demás, ante el fantasma que habita su casa - por encima de su sufrimiento, la actitud activa de los personajes y el diálogo sobre la profundización psicológica, el humor inglés y la ternura sobre la asfixia de un pequeño pueblo bastante incomunicado, la simpatía de la protagonista sobre su triste final.
Penelope Fitzgerald (Lincoln, 1916 - Londres, 2000) publicó su primera novela en 1977. Impedimenta viene presentándonos su obra en estos últimos años, pues, anteriormente sólo Mondadori, en 1998 y 2000, había publicado en España dos de sus obras.

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